Esa mañana debía rendir mi examen y se me estaba haciendo tarde. ¡Nada me quedaba!, piezas de ropa volaban por mi habitación y no encontraba la adecuada. Di con mi brasier favorito, el de la buena suerte (la necesitaré). Me miré al espejo; mi cabello era un desastre, pero ya era tarde. Cogí la falda negra, una blusa, mis tacos negros y mi cartera. Debí llevar los tacos en un abolsa y salir con zapatillas, necesito correr si quiero llegar a la hora.
Llegué a la terminal justo a tiempo, subo al vagón pero todo está lleno; sin embargo, un apuesto chico me cede su asiento, respiro hondo dado mi cansancio, y de paso siento un agradable aroma a madera... Tal vez el perfume de alguno de los pasajeros. Me encantó; respiré hondo a ver si lograba adivinar de donde provenía. Creo que proviene del muchacho que me cedió el asiento (está bien guapo, debo reconocer que atrajo mi atención).
Sube y sube gente al vagón, hace calor. ¿Acaso nadie lo nota?. Tal vez tampoco noten si libero un botón de mi blusa.
Al parecer, el chico que me cedió el asiento mira mi escote. ¡Es un fresco!. Espero que ese movimiento de su cintura no sea por una erección... En fin, mi cabello sigue siendo un desastre, debo acomodarlo aunque el lugar no sea el más indicado.
Sigue subiendo gente, le cederé el asiento a esa anciana, lo necesita más que yo.
¡Ese aroma nuevamente!. Definitivamente es el muchacho. No lo puedo resistir, ¡me encanta!. Espero no haya notado mi entusiasmo, ni que descuidadamente mordiera mi labio. ¡Pero es que no lo resisto!.
¿Que habrá tras ese traje formal?, tal vez va al gimnasio y sea todo un Adonis musculoso...
¡Ese aroma!... ¿Notará si me apego un poco más a él?... Casi puedo sentir su respiración en mi cuello... ¿Sería mucho pedir si me da un sutil beso?... Pero no; no voy a quedar como una regalada. No es mi estilo andar tras los hombres, ¡son ellos los que me persiguen!...
¡Por fin mi parada!... ¡Lo siento cariño, te lo perdiste!...
Parece que viene tras de mi (en ese instante me toma por la cintura y me da un tierno beso)... Alguien con esa iniciativa merece una oportunidad. Lo tomo firmemente y le devuelvo el beso... Y de paso, le doy mi número telefónico... Espero no haber sido demasiado osada... Y que me llame esta tarde.
¡Ese beso fue casi orgásmico!...